Visita de un santacruceño argentino a la Santa Cruz de Bolivia

De paso breve por  la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en el año 2012 no quise perder la oportunidad de acercarme al centro de la ciudad y recorrer la pintoresca plaza principal y sus alrededores. La ciudad cuenta con un centro histórico trazado en damero y luego, dada la geografía del lugar, fue creciendo en anillos concéntricos.

 

 

 

 

 

 

 

Lo primero que sorprende al caminante es la arquitectura estilo colonial, galerías de teja española sostenidas por columnas talladas en madera, angostos balcones de madera y hierro que flotan en el tiempo sobre la cabezas de los transeúntes...

El escenario de la vida diaria del santacruceño no debe distar mucho de tiempos de antaño...

Muchos edificios se encuentran en muy buen estado de conservación

 

 

 

 

El epicentro santacruceño es la Plaza 24 de septiembre. Dicho lugar es la antigua plaza de armas de la ciudad. Su nombre recuerda El 24 de septiembre de 1810 conmemoración de  la realización del cabildo abierto para romper el  poder  colonial.  1810...año en que se rondaban brisas de libertad por toda latinoamérica luego de la revolución de mayo iniciada en Buenos Aires..

 

 

Frente a la plaza principal sorprende la Catedral – Basílica de San Lorenzo, con sus ladrillos a la vista y un grandiosa de historia de cooperativismo vecinal para su construcción.

 

 

La puerta de dicho edificio merece ser contemplada en detalle...

 

 

 

Del otro lado de la plaza el estado disputa su lugar con la iglesia...

 


Otro templo que sorprende en la esquina de la plaza a la escolta de la catedral... Se trata del café Lorca, un lugar que reúne toda clase de personas. Allí tuve la oportunidad de conocer bohemios, intelectuales y no tanto, cultivar el culto a la contemplación de la vida y compartir escenario y guitarra con locales músicos de jazz y blues 

 

 

 

 

 Y allí viví mis últimas horas en el centro de esta ciudad. Les mando un hasta siempre santacruceños y espero volver alguna vez! de parte de otro santacruceño...